Buscar

Entrevista Chicos de La Salle a Francisco Ureta

“LOS JÓVENES SOIS EL FUTURO, LA SOLUCIÓN PARA TODOS LOS PROBLEMAS”

Una vida para contarla y vivirla 

Con esta frase, Francisco Ureta nos explicaba el porqué de su trabajo. Afirma que somos los únicos que podemos cambiar el mundo, frenar los accidentes, las guerras… Por eso una de sus rutinas es ir de colegio en colegio dando charlas para concienciar y sensibilizar, el primer parámetro antes de empezar un proyecto.

intitulado

El pasado viernes día 15 visitamos AESLEME (asociación para el estudio de la lesión medular espinal). Allí nos recibió gustosamente Francisco Ureta,  (Asociación para la seguridad vital), integrada en AESLEME. Allí se dedican a la prevención de aquellos accidentes que provocan lesiones medulares y cerebrales, así como a la sensibilización social.

Con él, pudimos compartir emotivas experiencias, como su trabajo, sus motivaciones tras el accidente… Estuvimos hablando durante casi una hora en la que le formulamos una serie de preguntas. A la entrevista nos trajo “un regalo” (así es como él la llama), logoa Sofía, una chica de 19 años que tuvo un accidente de moto cuando se escapó de casa en el cumpleaños de su abuelo. Con ella aprendimos una valiosa lección de vida, escuchar a los padres cuando nos aconsejan.

Pregunta: ¿Cómo encaja una persona que, de repente, pasa de llevar una vida tan activa como usted (corredor de motos) a ver que tiene una serie de limitaciones importantes?

Respuesta: Es complejo encajar. Son tres etapas muy difíciles. Ves la vida de muchas maneras. Lo primero que se pasa por la cabeza es que así no merece la pena seguir adelante, piensas en quitarte la vida. Luego tiras para delante porque la familia y los médicos quieren que lo hagas. Cuando ya sigues adelante entonces dices: ya que tiro, me voy a comer el mundo e intentas dejar de ser discapacitado y demostrar al mundo que en la vida unas veces se gana y otras se pierde. Tienes que trabajar mucho las emociones para que tú no te sientas discapacitado y al final piensas que los demás son los discapacitados y vas poniendo barreras y poniendo cosas donde no son. Te das cuenta de que cuando tienes una discapacidad del 90% te dan una pensión y te apartan a un lado. Yo no estaba por la labor y si para ser válido tenía que ser el mejor del mundo, pues voy a ser el mejor del mundo y demostrar que yo no era menos válido.

Detalle de la entrevista

P: ¿Cómo es el trabajo de recuperación o adaptación tanto física como psicológica de una persona que ha sufrido una lesión medular?

R: Quizá son los límites de la vida. La parte física, después de 9 meses ingresado puedes perder entre 15 – 20 kilos de masa corporal y musculatura. Luego viene la rehabilitación, que parece fácil pero en una lesión medular el estado emocional es adverso y la alimentación hospitalaria para recuperar esa masa no es la que más ayuda. En la rehabilitación, tanto física, como la terapia ocupacional, tienes que implicar a todo el mundo y trabajar en equipo. Primero empiezas a oír: “mejor que se hubiera muerto” o “se va a quedar vegetal”. Al final ves que las personas no tienen mucha empatía. Tienes que intentar no tenerle miedo a la silla, ni a la lesión, porque la parte emocional va a marcar la parte física.

P: Continuamente podemos ver en las noticias casos accidentes de tráfico provocados por distintas razones, desde un despiste hasta la mayor imprudencia. Usted, como especialista en educación vial, ¿qué mensaje lanzarías a la sociedad con el fin de concienciar a cerca de prestar la atención necesaria a la hora de ser conductor o peatón?

DSCN1505R: Sobre todo que nos adaptemos a las circunstancias, en educación vial. Ya que se habla poco de ellas. Se suele hablar del factor humano, factor vías, factor vehículo. Adaptándonos a las circunstancias habría un solo factor que es el humano. Si la climatología es adversa y yo me adapto a ella reduciré la velocidad. Lo mismo si la carretera está mal. Si como peatón paso por un sitio que no debo, tendré que adaptarme y mirar con más cuidado. Sobre todo no podemos distraernos: con el móvil, engañar a nuestro cerebro con el alcohol…

P: Hemos oído que tiene entre manos un libro llamado “Días vividos”. ¿Qué nos puede contar sobre este libro? ¿Cuál fu su intención a la hora de escribirlo?

R: Tengo una fe enorme en él. Con la crisis hubo que reinventarse, dar las charlas tiene un coste de coche y gasolina. La intención era ayudar a las personas que compran el libro. El que lo lee, cambia de actitud en cuanto a valoración de la vida y educación en valores. Y con una parte del dinero del libro hacer frente a los gastos que van a repercutir en evitar accidentes para que haya menos víctimas. El libro no va destinado al que va a tener un accidente sino a todas las víctimas de una accidente, por lo tanto a toda la sociedad y sobre todo para que no sean víctimas.

P: Por lo que hemos podido ver en su página web, es usted una persona muy polifacética ¿Cuál es la parte que más le gusta de su trabajo? ¿Cuáles son sus mayores aficiones?

R: Tengo que compartir mis aficiones con un compromiso. Cuando estaba muy mal, meDSCN1508 (1) despedí del mundo, de la vida y pensé que no lo superaría. Me comprometí a dedicar parte de mi vida a intentar que lo que a mí me pasó y yo tuve que pasar, que no le pasase a nadie más. A mí me gusta muchísimo la comunicación no verbal, por ejemplo la fotografía. Dentro de los tipos de fotografía a mí me gusta un tipo que es la comunicación no verbal a través de las imágenes que ayuden a las personas. Me siento artista. Otras aficiones son las motos (tengo hijos y nieto moteros), pero unas veces me da mucha satisfacción y otras mucho miedo.

P: Como ya hemos dicho antes, ha dado varias charlas en distintos centros. ¿Cómo suelen reaccionar los alumnos?

R: Si no reaccionaran como reaccionan a lo mejor ya no estaría haciendo esto. No se puede ni explicar. A los 10 minutos hay un silencio terrible. Intento buscar un anclaje inclusion-2emocional desde el primer momento que empieza la actividad, tocando las emociones, para que ellos se van en mí. Es hacerles ver que la película es tan mala que no quieran verla. Sin engañar a nadie, sólo les cuento la verdad. En todo lo que hacemos luego hay una valoración. El saber que el cambio de las actitudes a través de las emociones perduran. Cuando me encuentro con alumnos que he tenido en bachiller o en ciclos formativos (llevo 37.000 chicos), te dan un abrazo, se acuerdan de ti y al final te das cuenta de que lo que hacemos merece la pena. Cuando terminan las charlas, los chicos te quieren hacer fotos, se acercan o te dicen cosas que a mí me afectan mucho. Es raro que en una charla alguno no diga que es la mejor actividad que han hecho en su vida. Te das cuenta que, aunque es un sacrificio muy grande ir a un colegio, que está lejos, que tienes que madrugar, luego reconoces que bajan las estadísticas y que con uno que ya no venga a la Asociación en los próximos 20 años ya habrá merecido la pena.

P:¿Qué significa para usted desempeñar el cargo de presidente de ASEVITAL y qué le aporta esta asociación a nivel profesional?

Francisco, en primer plano, y Sofía, al fondo

R: A mí me ha dado la vida. Entre otras cosas, aparte de muchas anécdotas, el hacer bien a otras personas, que yo considero que son ángeles o princesas, eso nunca se me borrará en la vida. Me ha dado la posibilidad de poder demostrarme a mí mismo que el ser humano tiene mucho que hacer en esta tierra y me ha demostrado que yo ya soy uno de los que lucha para cambiar el mundo y para que el mundo no nos cambie a nosotros. A través de la Asociación he visto que la vida sigue. Me ha demostrado que hay que salir y que no puedes quedarte en casa. Sobre todo, este tipo de asociaciones de lesiones tan poco conocidas, somos los únicos que podemos asesorar, de momento. Cuando se te presenta en la vida hacer algo bueno por los demás, te das cuenta de que es necesario. Es una Asociación por la que merece la pena trabajar.

Agradecemos mucho a Francisco y a Sofía esta emocionante experiencia.¡Hasta la próxima!

 

Entradas relacionadas